La pizza les encanta a todos y por una justa razón: Es exquisita. Tiene un sabor increíble y además es muy práctica de hacer. Sin embargo, otro detalle que debemos tener muy en cuenta al momento de hacer Pizza, es su apariencia y versatilidad. ¡Es por eso que les encanta a los niños!
La mejor forma de que la pizza sea saludable es la siguiente: prepararla a base de ingredientes naturales, como son el tomate, la cebolla, las aceitunas y el queso elaborado de leche fresca.
Una pizza saludable no debe contener elementos dañinos como:
Demasiados embutidos
Colorantes
Saborizantes
La base de la pizza es la masa. Para realizarla necesitamos 1 parte de harina y 1/2 de agua. Es decir, el estandar es distribuir 1 kilo de harina en un bowl, luego de ello hacemos un hueco en el medio. Por otra parte, mezclamos el agua que debe estar tibia con 1 cucharilla de levadura. Esta mezcla se vierte en el hoyo en el bowl con harina, y con ayuda de una cuchara se homogeniza.
Antes de amasar se añade un chorro de aceite de oliva y sal. Luego la masa se lleva a una superficie plana donde se homogeniza. Se amasa por 10 minutos y finalmente se la deja reposar para que la levadura haga efecto, en un bowl, cubierta por un trapo. Se la usa luego de este tiempo, y se puede refrigerar si no es por mucho tiempo.
Sin embargo, los mercados de comida orgánica e inclusive los supermercados suelen vender la masa a buen precio y de buena calidad.
Para que sea saludable, se debe usar tomates frescos, licuarlos con un poco de aceite, sal y pimienta, algunos licúan las hierbas mientras otros las espolvorean. Esta mezcla se vierte uniformemente sobre la masa, y allí se pone el queso en láminas o rallado.
Esta receta es simple pero deliciosa y saludable.
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