Rico y fácil pudin de pan


Mm que rico Pudin de pan! ¿Cómo no os habíamos explicado esta receta tan rica y fácil antes?… No podemos dejar pasar ni un día más sin que la conozcáis, porque además la ventaja del pudín de pan es que es una receta perfecta de aprovechamiento que nos ayudará a ahorrar. ¿No os da rabia ver cómo a veces sobra pan del día y se pone duro como una piedra sin que sepamos qué hacer con él?… ¡Con el pudin de pan no os volverá a pasar eso nunca más!

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Además os vamos a explicar la receta clásica del pudin de pan, que es la que aparece en la imagen, y también una versión ultrarápida y sencilla de pudin de pan que tiene truco (además no necesita horno) pero que también os va a gustar…
¿Sentís curiosidad?… ¡Pues vamos allá con nuestras dos versiones de pudín de pan! Esperamos que os gusten, ya nos contaréis cuál de ellas os habéis animado a preparar.
Ingredientes:
•    Pan del día anterior, aproximadamente media barra (también podemos utilizar magdalenas caseras, bizcochos que nos hayan sobrado o cualquier otro dulce)
•    150 g de azúcar
•    4 huevos
•    1/2 l de leche
•    1 rama de canela
•    1 cucharadita de esencia de vainilla
•    La ralladura de un limón y 1 naranja
Cómo hago un pudin de pan
Ponemos el 1/2 litro (aproximadamente 2 tazas de desayuno) de leche en un cazo al fuego medio, y mientras pelamos la naranja y el limón, intentando no coger la parte blanca de la piel, porque amarga mucho. Cuando la leche está a punto de hervir, retiramos del fuego, e introducimos la ralladura de naranja y limón, la cucharadita de esencia de vainilla y la rama de canela y ponemos de nuevo el cazo a fuego muy bajo durante 5 minutos, para que la leche se impregne bien de los sabores.
Batimos los 4 huevos junto al azúcar hasta que la mezcla quede blanquecina y el azúcar se disuelva, e incorporamos esta mezcla a la leche aromatizada, que habremos colado previamente.
Preparamos el caramelo. Para hacerlo en un cazo ponéis 5 cucharadas de azúcar, 3 cucharadas de agua y unas gotitas de limón. Ponemos a fuego medio y cuando el azúcar comience a cambiar de color y a hacer burbujitas removemos bien con una cuchara de madera. Cuando tenga ese color tostado típico del caramelo (cuidado no os paséis para que no se queme) retiramos del fuego e inmediatamente para que no se quede duro, caramelizamos el fondo del molde y las paredes del mismo, moviendo en círculo e intentando no quemaros, porque os advierto que las quemaduras de caramelo son de las peores que hay en la cocina… Otra opción que tenéis es comprar el caramelo ya listo y caramelizar el fondo del molde (en este caso es mejor utilizar un molde alargado).
Vamos calentando una bandeja con agua en el horno a 200ºC hasta que ésta hierva y la podamos utilizar para calentar el molde del pudín de pan al baño María. Tened cuidado en este proceso con el agua hirviendo (hacedlo siempre bien protegidos con guantes y sin acercar mucho la cara porque el agua puede saltar al mover la bandeja del horno).
Introducimos en la mezcla de la leche con los huevos las rebanaditas de pan que habremos cortado finitas, y dejamos que se empapen bien con la leche caliente, hasta que se deshagan, momento en el que podemos remover bien con una cuchara de madera o incluso batir ligeramente si queremos una mezcla aún más fina. También podéis añadir algún fruto seco como nueces o pistachos a la mezcla (recordad pasarlos por harina previamente para que no se bajen al fondo del molde).
Volcamos el contenido de la mezcla de pan sobre el molde previamente caramelizado con cuidado, y luego ponemos ese molde al baño María en la bandeja con agua que habremos calentado previamente en el horno, y mantenemos a 180ºC durante 45 minutos aproximadamente o hasta que veáis que el pudin de pan está cuajado. Si veis que no se ha cuajado todavía pero se está poniendo muy dorado por arriba lo podéis cubrir con papel de aluminio, que evitará que se queme.
Una vez cuajado, dejamos enfriar y luego introducimos en la nevera hasta que esté frío. En el momento de ir a servir desmoldamos con cuidado ¡veréis qué rico! Recordad que este pudin se conserva muy bien en la nevera y podéis comerlo sin problema uno o dos días después de prepararlo.





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